El pasado 6 de mayo conocimos a Zoa (Amaia Aberasturi), África (Belinda), Ibón (Diego Garisa), Charly (Tomy Aguilera) y Aldo (Albert Baró), unos chicos activos en redes sociales que eran invitados a una fiesta en una isla organizada como parte de la promoción de una bebida. Así arrancaba la serie ‘Bienvenidos a Edén’. Pero acabada la fiesta y el jolgorio, el resto de participantes se iban a tierra y ellos al despertar descubren que tienen que esperar el siguiente barco. Pero, poco a poco, lo que empezó como una noche de juerga se convertirá en una pesadilla. En la isla descubren una especie de colonia, llamada la Fundación Edén, creada por Astrid (Amaia Salamanca) y Erik (Guillermo Pfening), que les enseñan su peculiar estilo de vida en aquel lugar, en el que el resto de habitantes, chicos y chicas de la edad de los recién llegados, parecen estar encantados. Pero no es oro todo lo que reluce.
La segunda temporada está confirmada pero no sabemos cuándo llegará. El final de la primera dejaba varios frentes abiertos. Repasemos cuáles son de cara a los nuevos episodios.
El octavo capítulo terminaba con una nueva fiesta de las que organiza la fundación para atraer nuevos adeptos, chicos y chicas que están en sus jaulas como asegura Astrid, algo paradójico tratándose de la guardesa de Edén, un islote con decoración de chill out en tonos azulados donde tiene apresados e incomunicados a varios chavales. Y donde, como hemos dicho, mantienen unas duras reglas de convivencia y castigan a los que las incumplen. Como muestra está lo que le pasa al pobre Aldo en el desenlace del tercer episodio al intentar escapar en ese barco.
Isaac, el gran enigma
Al principio de la serie, Zoa ve a un niño en la isla. Algo extraño, porque como le advertirá Bel (Begoña Vargas), los niños están prohibidos en este turbio lugar. Sin embargo, cuando Erik es herido en el penúltimo capítulo, Astrid le sugiere recurrir a Isaac. Rápidamente y sin que nadie se entere, la pareja llega hasta la ubicación de este personaje: un niño que vive apartado con una adulta, seguramente su tutora o cuidadora. El pequeño cose la herida con una destreza digna de cirujano. Por cierto, el espacio donde está Isaac es uno de los pocos habitáculos donde no hay casi nada azul. También él quiere salir de esa especie de cárcel. ¿Quién es este niño? ¿Quiénes son los personajes del dibujo que hay en su estancia? ¿Son Erik y Astrid sus padres?
¿Qué sucede fuera de la isla?
Mientras, en tierra, Brisa Galván sigue con sus investigaciones como detective privada (fue contratada por el padre de Ibon). Cada vez está más cerca de desenmascarar a la organización, pero todavía le quedan unos cuantos pasos para llegar a la verdad.
Por su parte el destino de David (Jason Fernández), el chico que tiene un rollo con Zoa en la primera fiesta no acaba bien. Los hombres de la organización le sacan la información de que Gabi (Berta Castañé) se ha hecho con la pulsera, la cual él se guardó después del evento.
¿Qué pasa con los cuatro nuevos residentes de Edén?
Ibon en principio parece encontrarse como pez en el agua en la isla, con sus reglas su jerarquía y demás asuntos sectarios.
Charly no está nada contento en la isla pero ha hecho muy buenas migas con Maika (Lola Rodríguez). La chica sabe de la intención que tiene el chaval de salir de allí, algo que ella, la encargada de la tecnología de la isla, le ha advertido de que es una locura.
A África (Belinda) no le hace nada de gracia perderse la fiesta. Mientras los demás reciben a los invitados, se cuela en la casa de Erik y Astrid en busca de Erik, al que no se encuentra pero sí algún rincón escondido en esa fortaleza: una cámara secreta con equipos tecnológicos. Al tocar uno de los botones se activa una antena gigante situada cerca del módulo donde se encuentra Isaac y ahora también Erik que envía una señal, dejando a ella encerrada en esa habitación ¿Qué ha provocado la influencer?
Zoa ha intimado y mucho Bel. Ambas mantienen la esperanza de largarse de la isla. Este puede ser el inicio de una bonita relación, cosa que la protagonista no ha conseguido con Nico (Sergio Momo), el cual no ha sabido asumir que la joven no quería nada con él. Nico se muestra muy agresivo con Zoa y le sugiere (aunque sea para descubrirla ante Judith y compañía) lo de salir de allí, y más después de descubrir que mataron a Judith (Ana Mena), la amiga que le acompañó a aquella fiesta de captación. Al final resulta que Nico no es tan gentil como aparentaba en los primeros episodios. Lleno de frustración por haber sido rechazado, el joven se pelea con Bel, pero esta ha podido con él. Estos dos personajes pueden seguir teniendo problemas en la próxima temporada.
En el módulo junto a Zoa y Charly planean cómo salir durante la velada en uno de los barcos a tierra. Ante un desprovisto de la fiesta, los chicos se preparan para escapar. Ulises pilla a Zoa, pero Ibón aparece por sorpresa y acaba con el chico más peligroso de todos los miembros de Edén. Charly consigue subirse al barco, avistado por el dron de Maika. El chico parece haber llegado a donde quería.
Zoa huye mientras Eloy (Carlos Soroa) recoge el cuerpo sin vida de Ulises. La joven sigue nadando hasta el barco y, justo antes de subirse a él, ve a su querida hermana Gabi subiendo en una de las lanchas que recorre los pocos metros hasta la orilla. Puede que sea una de las nuevas habitantes.
Y así, con Zoa petrificada al ver a su hermana pequeña, finaliza la primera temporada. ¿Qué va a hacer la protagonista? Quizás recapacite y se quede en el barco. O puede ir junto a Charly y tener la oportunidad de huir e ir a por ayuda para salvar a Gabi y el resto de jóvenes atrapados en la peligrosa comunidad. El misterio está servido. Ahora toca esperar.